En otras zonas del mundo también se practicaban juegos en los que una pelota era impulsada con los pies. En Europa, ya a finales de la Edad Media y siglos posteriores, se desarrollaron en las islas británicas y zonas aledañas distintos juegos de equipo, a los cuales se los conocía como códigos de fútbol. Estos códigos se fueron unificando con el paso del tiempo, pero fue en la segunda mitad del siglo XVII cuando se dieron las primeras grandes unificaciones del fútbol, que más tarde dieron origen al fútbol de rugby, al fútbol americano, al fútbol australiano y al deporte que hoy se conoce en gran parte del mundo como fútbol a secas.