Después de su descenso, el equipo de fútbol del Manchester City experimentó una crisis considerable, y en 1965, tuvieron el récord de baja asistencia en los partidos a domicilio con tan solo 8,000 fans acudiendo al estadio y fue necesario un cambio. En 1956, Manchester City se enfrentó al Birmingham City en su sexta final de la Copa FA. Con diecisiete minutos para el final, se zambulló a los pies de un apresurado jugador de Birmingham y recibió un rodillazo en el cuello perdiendo el conocimiento.